¿Puedes amar a alguien que no puedes tocar? A Stella Grant le gusta tener el control, a pesar de no poder controlar sus propios pulmones, que la han tenido en el hospital la mayor parte de su vida. Por encima de todo, Stella necesita controlar su espacio para mantenerse alejada de cualquier persona o cosa que pueda transmitirle una infección y poner en peligro su trasplante de pulmón. Dos metros de distancia. Sin excepciones. Lo único que Will Newman quiere controlar es cómo salir de este hospital. No le importan sus tratamientos, o si hay una nueva medicación en ensayo clínico. Pronto cumplirá dieciocho años y podrá desconectar todas estas máquinas. Desea ir a ver el mundo, no solo sus hospitales. Will es exactamente lo que Stella no necesita más cerca. Solo con que le respire cerca, podría provocar que Stella pierda su puesto en la lista de trasplantes. Cualquiera de ellos podría morir. La única forma de mantenerse con vida es mantenerse alejados. Pero de repente, dos metros no parecen una seguridad. Parecen un castigo. En esta conmovedora historia, perfecta para los fans de Bajo la misma estrella, dos jóvenes se enamoran, con solo un problemilla: no pueden acercarse a menos de dos metros sin arriesgar sus vidas.