Temprano por la mañana el abuelo despertó a los dos
niños para que emprendieran el viaje. Era la primera vez
que los primos iban a cruzar el peligroso río Imperial,
luego de lo cual debían realizar una larga travesía por
diversos caminos y cerros del territorio mapuche, más
allá del cementerio, hasta llegar a la casa de la señora
Juana, a quien todo el pueblo conoce y le guarda un
particular respeto, y que los abuelos les habían mandado
a buscar.
Son muchas las cosas con las que ellos se irán
encontrando en el camino. Así también serán los desafíos
que deberán enfrentar y que los conectarán con su
historia, con sus ancestros, con el paisaje y las personas
que van conociendo. Todos estos descubrimientos no
estarán carentes de temores y misterios. Aunque el río les
tendrá reservada una última sorpresa.
Juan Ignacio Colil
Lom