Una irresistible colección de reales -y desafortunados- datos acerca de los miembros más pequeños del reino animal. Luego del éxito de Lamentables datos animales, Brooke Barker continúa su estudio de las desgracias del mundo animal, pero esta vez centra su atención en los miembros más pequeñitos. Averigua por qué los dragones de Komodo recién nacidos escalan árboles (para que sus padres no se los coman), qué es lo que más recuerdan las ardillas acerca de sus hermanos (su olor), y por qué una orca bebé no tiene horario para ir a dormir (porque no duerme). Reirás, llorarás -pero más que nada reirás- y quizás adoptes una mascota al final.