En el ajetreo diario, mientras mantiene un ojo atento en sus crías y otro en los extraños que merodean, la suricata sueña con ser como algunos de los más feroces, grandes y divertidos animales... ¡Cuántas cosas haría si fuera como ellos! ¡Todo sería más fácil para ella si fuera diferente a como es! Pero los animales envidiados no piensan igual y tienen otra visión de las cosas.