«Ser gato y ser curioso son dos cosas casi inseparables. Moustache era un gato elegante, refinado y guapo, un gato con buenos modales y muy coqueto». Pero un día sus preciados bigotes se quemaron con tanta curiosidad. ¡Horror! ¿Qué hará Moustache? Quizás unos bigotes postizos sean la solución… O quizás la solución esté en la mano de un niño igual de curioso.