Todo comenzo´ cuando le dije a mi papa´ que mis primos me habían invitado al estadio. «Pero ellos… pero ellos… ¡¡¡no!!!», comenzo´ a balbucear hinchado y rojo como una pokebola. «¡Qué, papa´!¡Dilo!». «Vas a tener que sentarte con los enemigos», dijo triste, triste.
Lo que pasó después fue alucinante. Le pregunté por qué era de la U y comenzó a narrarme su historia con una emoción que no le vi ni siquiera cuando se me salió mi primer diente. ¡Ayayayái! Él no lo reconoció, pero cuando me mostró en YouTube los mejores goles de “el baile azul” se puso a llorar. Así, tal como se los cuento… sollozando y poniendo voz de cacatu´a resfriada. Debo reconocer que yo también me emocioné un poquitititititito.
Como soy un chico generoso, los invito a que vivan esta historia conmigo. La historia del club Universidad de Chile contada de padre a hijo. (No crean que se trata de esas típicas conversaciones lateras después de la reunión de apoderados).
PD. Y tampoco crean que mi papá dejó fuera los momentos malos. También me contó el paso por segunda división.
Abrazos ;)